lunes, 30 de agosto de 2010

Niño despeinado.

Espérame niño despeinado, deja tus anhelos bajo nuestro árbol de las memorias,
Espérame niño despeinado, se capaz de regalarme un segundo de tu gloria,
Niño despeinado, ¿Recuerdas nuestro árbol de pasión? aquel donde todo era poesías y amor,
Niño con los cabellos parados, quiero de vuelta los sueños que guardamos, juntos en ese lago tan abandonado como se encuentra hoy mi corazón.
Niño de cabellos alborotados, recordemos juntos los momentos guardados en el rocío de la mañana, quiero tenerte de nuevo al despertar con el sol de madrugada, miremos nuevamente ese sol de atardecer y recordemos todas las noches, junto a nuestra compañera luna, los secretos pecaminosos que escondimos bajo ese viejo tronco...
Niño... Quiero sentir de nuevo mis manos enredadas a tu cabello, mientras se agita con el descontrolado viento de primavera, que susurra en nuestros oídos dulces palabras emitidas con deseos de ser oídas.
Mi niño de cabellos alborotados, deseo tenerte de nuevo a mi lado, eres lo que falta para completar mi prado de los deseos, solo tu presencia en las ramas de mi árbol seco, solo me falta tu mirada desde lo alto, solo quiero subir a buscarte, enredarme entre las las ramas que esconden nuestros pecados, arañar mi vestido de un hermoso tono rosado, llegar a la copa de mi árbol frondoso y encontrar a tus ojos deseosos mirando con cara angelical, esperando que llegue a ti, con la hermosa sonrisa que te identifica y tu cabellera que se alborota con cada susurro de aliento del desenfrenado viento...

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